Argumentos a favor de la utilizacion de paises offshore

"Argumentos a favor de la utilización de jurisdicciones internacionales" es el titulo de la pagina de "Consideraciones" que se puede encontrar en http://www.mvdgroup.com/corporacionesOffshore_considraciones.asp, una empresa de Uruguay que proporciona este tipo de servicios:

Existen jurisdicciones que ofrecen sociedades de responsabilidad limitada, secreto bancario, baja tributación a la renta y al patrimonio, libertad cambiaria y sistemas financieros avanzados e integrados al resto del mundo.

Quien no sea residente de un sistema que brinde estos beneficios puede acceder a los mismos siguiendo distintos procedimientos según las normas legales de las jurisdicciones en donde desarrolla originalmente sus negocios. La llegada de la globalización ha disminuido las fronteras que nos separaban de las distintas opciones que contribuyen a la rentabilidad de nuestros negocios. Así es que las grandes empresas multinacionales se han expandido en todo el mundo optimizando su desempeño en distintos países. En la elaboración de las distintas estrategias se consideran aspectos tales como el acceso a los grandes mercados, costo de mano de obra y materiales, aranceles y subsidios al comercio exterior y tratamientos fiscales.

Aspectos a tener en cuenta en la selección de una jurisdicción offshore

Cantidad creciente de dinero offshore: los paraísos fiscales compiten por un monto estimado de entre U$ 3 y U$ 5 trillones invertidos fuera de los países desarrollados. Los mismos fondos son invertidos principalmente en portafolios administrados por bancos o en sociedades holding offshore. Los patrones mundiales de propiedad comenzaron a modificarse desde que Asia y América Latina alcanzaron y hasta en algunos casos superaron a Europa y América del Norte en los beneficios contenidos en sus políticas tributarias.

Preferencias locativas de inversiones: el principal país que alberga riqueza privada es Suiza, que cuenta con el 35 % de estos fondos. El Reino Unido viene en segundo lugar con el 15 %, seguido de EEUU con el 12 %, las Channel Islands y Luxemburgo con el 6 % cada una y Hong Kong con el 5 %. Los países del Caribe comparten el 10 % del total, quedando un 11 % para el resto de los países.

El constante incremento de impuestos: el ratio que calcula los ingresos fiscales como porcentaje del PBI representa el peso tributario de un determinado país. El mismo se incrementó del 35 % al 37 % en los países de la OECD entre el año 1990 y el año 2000. Dentro de los distintos impuestos, el mayor porcentaje provino del impuesto a la renta personal y de contribuciones a la seguridad social (entre 48 y 52% del total); impuestos al consumo (generales y específicos) representan el 30% mientras que el impuesto a la renta corporativa representa el 9% del total.

Altos impuestos hacen a los bajos impuestos más atractivos: son las estructuras de la mayoría de los países industrializados con altos impuestos lo que los hace inatractivos a los pagadores de impuestos con otras opciones de residencia. Muchas jurisdicciones con impuestos bajos o nulos mantienen regímenes impositivos incambiados durante muchos años (Uruguay cuenta con la ley de Safis del año 1948). El desequilibrio existente entre regímenes impositivos con altos y bajos impuestos podría ser corregido a través de cambios en los países con altos impuestos, y no mediante reclamos de sistemas impositivos injustos, promoviendo la suba de impuestos.

Disminución de la moral del contribuyente: individuos en democracia tienen libre elección de acción. En Suiza los nuevos impuestos sólo pueden ser aplicados si son aprobados por referéndum. En teoría el pagador de impuestos ha elegido los mismos, y por lo tanto tendrá la intención de pagarlos. No es casualidad que el índice de evasión de impuestos de Suiza es de los mas bajos entre los países desarrollados. Los grandes ahorristas tienen movilidad y emigran para incrementar sus ingresos, no para evadir impuestos.

Competencia de impuestos entre países

La competencia de impuestos nos hace pensar en tres aspectos básicos. Primero, ¿existe tal competencia? Algunos especialistas dudan que los países de baja tributación estén motivados, en la aplicación de sus políticas tributarias, por atraer inversiones de los demás países. Sin embargo, existe evidencia suficiente como para sugerir que sin intervención, la competencia de impuestos se va a ver incrementada.

En segundo lugar, ¿puede detenerse? No va a ser fácil. En cierto sentido lo que hacen los paraísos fiscales es lo que sostienen los gobiernos de la mayoría de los países desarrollados. Irlanda se opone a la harmonización de las tasas de impuestos corporativos en la Unión Europea, porque sus bajas tasas le otorgan una ventaja competitiva. Inglaterra bloquea una directiva de la Unión Europea referente a impuestos sobre los ahorros porque puede perjudicar a la ciudad de Londres. Luxemburgo y Suiza no acceden a compartir información con autoridades impositivas extranjeras porque aquellas personas que quieren bajar sus impuestos recurren a ellos buscando discreción. Por otro lado Estados Unidos podría solicitar una exoneración mundial de impuestos para servicios de Internet porque es el principal exportador de servicios de e-commerce.

Tercero, ¿es la competencia de impuestos realmente tan mala? La OECD (Organisation for Economic Cooperation and Development) cree que se puede socavar la democracia si se prohíbe a los países perseguir las políticas impositivas que sus votantes quieren. Los capitales fluyen en forma libre de manera que los contribuyentes de impuestos obtengan los beneficios brindados por gobiernos de países desarrollados con altos impuestos, mientras que pagan impuestos en jurisdicciones con tasas impositivas bajas o nulas. Algunos gobiernos argumentan que la competencia de impuestos entre países hace todavía más difícil de gravar factores móviles de producción, tales como el capital. De esta manera tienen que incrementar los impuestos en factores menos móviles, como el trabajo, lo que repercute en la perdida de puestos de trabajo.

Charles Tiebout, economista americano, argumentaba en la década del 50 que la competencia de impuestos entre gobiernos puede ser tan buena como la competencia en cualquier otro mercado. Como las empresas, los gobiernos pueden competir ofreciendo diferentes combinaciones de servicios públicos e impuestos; si las personas quieren gobiernos grandes y están contentos en financiarlo, ellos son libres para elegir, de la misma forma que las personas eligen un auto de lujo o volar en primera clase. La competencia de impuestos presionaría a los distintos gobiernos a proporcionar servicios de manera eficiente.

Soluciones efectivas para operaciones globales

A medida que las organizaciones y los individuos miren mas allá de su propio territorio para agregar valor a su propio negocio y asuntos personales, la planificación tributaria comienza a considerar a los impuestos de una manera global. Un mito que debe ser disipado es la percepción de muchos de que los centros offshore son centros desordenados con falta de regulaciones. Los centros offshore actualmente atraen hasta la mitad de los depósitos extranjeros del mundo mientras la formación de compañías y los fondos de pensión se expanden. Sus leyes son numerosas con sofisticados trusts, leyes tributarias y comerciales, sus regulaciones son estrictas y sus profesionales de primer nivel.




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